759 años para ‘La Mataviejitas’

Juana Barraza, La Mataviejitas, debería tener nueve vidas para pagar su sentencia, que suma 759 años de prisión y multas por 800 mil pesos, pero por ley, purgará una condena no mayor a 50 años y una multa de 100 mil pesos

Ofendida porque Ana María de los Reyes, de 82 años, le ofrecía 22 pesos por docena de ropa lavada, Juana Barraza Samperio exigió mayor paga a cambio de un buen trabajo.

“Al menos págueme lo de los pasajes, es que así no me alcanza”, pidió Barraza fingiendo que negociaba cuando estaban de pie en la sala de la anciana, a quienes sus conocidos de la colonia Moctezuma llamaban Any.

“Ustedes sólo son gatas y quieren ganar mucho”, soltó la mujer, viuda, pensionada y católica devota, pues los domingos acudía a la misa de siete de la mañana en la iglesia de La Profesa, en el Centro Histórico. Ana María dio la espalda a Barraza para abrirle la puerta, pero ya no la alcanzó.

“Oiga, no estoy dando motivos para que me ofenda”, dijo la llamada Mataviejitas, mientras tomaba un estetoscopio de la mesa, lo pasó por su cuello y empezó a apretar.

La cara de Ana María se hinchó, sus oídos y boca sangraron hasta que cayó con los pies cruzados. La corpulencia de quien se hacía llamar La Dama del Silencio cuando era luchadora en arenas de varios estados vecinos del DF, y la sorpresa, impidieron la mínima defensa.

Eran las dos de la tarde del 25 de enero de 2006. Horas después, La Mataviejitas fue detenida tras cometer su crimen 16 y el último, además de 13 robos agravados (por tratarse de víctimas mayores de 60 años de edad), más una decena de daños morales y perjuicios, entre otros.

Según la sentencia que emitirá hoy el juez 67 de lo penal en el Distrito Federal, Enrique Juárez Saavedra, en total Juana Barraza Samperio debería tener nueve vidas, como los gatos, según el dicho popular, porque su sentencia suma 759 años con 16 días de prisión, y multas por 800 mil pesos.

Por ley, La Dama del Silencio purgará una condena no mayor a 50 años, de los cuales lleva dos años y dos meses.

Si no prospera su apelación, Barraza estará libre cuando esté por cumplir 100 años, en el año 2056.

Además, se le impondrá una multa de 100 mil 453 pesos con 58 centavos, que en caso de poder pagar, puede solventarla con mil 43 días de trabajo comunitario.

Las sanciones por daño moral, perjuicio y robo agravado suman 680 mil 284 pesos, según la resolución.

El día de la detención

Al mediodía del miércoles 25 de enero de 2006. Barraza abordó el microbús de la ruta San Francisco-Zaragoza para ir al metro Zaragoza, y de ahí a la estación Moctezuma.

Del metro Moctezuma caminó a un banco HSBC sobre la avenida Francisco del Paso y Troncoso, abajo del distribuidor vial Heberto Castillo, donde hizo un pago.

Después, atravesó la avenida Zaragoza y llegó hasta la calle José J. Jasso; tocó en el número 21, donde vivía Ana María de los Reyes, y acudía desde los últimos seis meses de manera intermitente.

En la casa de un piso, con descolorido portón verde y fachada gris, nunca le abrían, pero cuando llegaron a hacerlo se fue a hurtadillas, porque escuchó la voz de un hombre, que preguntaba quién era, pero al salir y no ver a nadie, creía que eran “unos chamacos maloras”.

Era José Joel, seminarista desertor por problemas familiares de 25 años, quien fue el que pidió la ayuda de dos policías para detener a La Mataviejitas, ya que ese día regresaba de trabajar como cocinero en una hostería en la calle de Moneda, en el Centro Histórico del DF.

El Universal